Creatividad profesional en pleno centro

Creatividad profesional en pleno centro

Tres vigueses abren un gran espacio de “coworking” de corte interdisciplinar en la ciudad

A. Salse Batán Vigo // FdV

Juan Collazo, Alejandro Marcos y Antonio Gutiérrez, responsables del espacio.

Profesionales que convergen en un espacio de trabajo común para ahorrar y generar sinergias que impulsen sus negocios. Es la idea básica del “coworking” o trabajo colaborativo, una modalidad laboral por la que apuestan muchos autónomos y también pequeñas empresas. El espacio vigués Dinamocoworking pretende proporcionar equipamiento y soluciones a profesionales de diferentes campos que basan su actividad diaria en la creatividad.

Cada vez más autónomos y pequeñas empresas apuestan por el “coworking” como una forma de desarrollar su actividad profesional. Esta forma de trabajo se basa en la utilización de un mismo espacio laboral por parte de profesionales de distintos campos, con el fin de trazar relaciones que sean positivas para todas las partes y también para ahorrar costes en gastos de luz, agua o internet. Ahora, un grupo conformado por tres vigueses ha apostado por la creación de un gran espacio de coworking en su ciudad natal. Dinamocoworking -como se llama la iniciativa- cuenta con un local de 400 metros cuadrados en pleno centro de Vigo que quiere dar soporte a profesionales relacionados con la creatividad.

“La idea surgió hace tiempo, los tres cofundadores veníamos pensando que era un buen proyecto. Eso sí, queríamos un sitio grande para crear un espacio relacionado con las actividades artísticas. Buscamos diferenciarnos por el propio espacio y por lo que se hace en él”, explica Antonio Gutiérrez, fotógrafo y cofundador de Dinamocoworking. Tanto Gutiérrez como Juan Collazo y Alejandro Marcos (los otros dos fundadores), han decidido con este proyecto dar un cambio a sus carreras profesionales tras varios años de experiencia en diferentes empresas.

“El espacio, ubicado en la calle Ecuador número 14, se divide en dos plantas y cuenta con puestos de trabajo “fijos” (que incluye la mesa, la silla y gastos como internet, luz y agua), orientados a los profesionales que hacen un uso diario de las instalaciones, y puestos “flexibles”, orientados a los trabajadores que solo necesitan acudir al espacio durante unas horas cada semana”.

Aunque Dinamocoworking está abierto a profesionales de cualquier campo, lo cierto es que el espacio está orientado a trabajos vinculados con actividades que impliquen la creatividad o que estén relacionadas de alguna forma con una vertiente estética. “Le quisimos dar un toque más artístico, centrado en temas creativos”, señala Gutiérrez. Aunque el proyecto lleva poco más de un mes a pleno funcionamiento, ya son siete los profesionales que hacen uso de sus instalaciones. Desde un diseñador gráfico a una pequeña empresa de difusión comercial, pasando por dos modistas de ropa infantil y un diseñador de interiores. Un amplia variedad que, lejos de asustar a los promotores, les da buena fe del éxito de la iniciativa, ya que los vínculos entre los diferentes campos pueden producirse con mayor facilidad. “Intentamos formar sinergias entre todos los que estamos en el recinto. Si uno necesita un servicio para su empresa o proyecto, puede conseguirlo hablando con otro de los integrantes del espacio”, asegura Gutiérrez.

Dinamocoworking incluye grandes espacios comunes -que pueden ser alquilados por cualquier persona- como un taller para cursos o trabajos de grupo, una sala de juntas, un estudio fotográfico, una zona para comer e incluso un área infantil para los trabajadores que tengan que llevarse a sus hijos al trabajo.

 

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